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Podría ser la Provenza, pero es Madrid. En concreto un precioso y poco conocido espacio ubicado en el número 11 de la calle San Lorenzo que, gracias a la magia de
Le
Petit Marseillais
, se transformó en un maravilloso invernadero.
Toda marca que se precie tiene una bonita historia detrás. La de Le Petit Marsellais comenzó en 1981 cuando Bernard Lengelle, periodista de Dijon, decidió dejar su profesión para recuperar una antigua tradición de la región de la Provenza: la receta olvidada del jabón “Savon de Marseille" al que representó con un pequeño marinero mirando al mar de Marsella y llamó Le Petit Marseillais . Poco a poco, esta pastilla de jabón de origen artesanal comenzó a venderse en farmacias locales. Y solo cinco años más tarde, gracias a los laboratorios Vendome, amplió su gama de productos con geles de ducha y jabones líquidos y conquistó Francia. Hace tres años tuvimos la suerte de que llegara a España para ofrecernos una experiencia sensorial en cada uno de sus ya numerosos productos, todos ellos resultantes de la combinación de ingredientes y recetas de belleza tradicionales del Sur de Francia. Esta temporada presenta su línea hipoalergénia para pieles sensibles formada por cuatro nuevos productos elaborados con fórmulas de alta tolerancia, adecuadas para la piel de adultos y niños mayores de tres años. Productos que proporcionan un cuidado respetuoso con el PH, sin jabón, ni parabenos y con perfumes especialmente desarrollados para las pieles más frágiles. Los amantes de los productos naturales, tradicionales, que respetan el medio ambiente... no podemos estar más agradecidos a aquel periodista que dejó la pluma, para crear belleza. Gracias Monsier Lengelle.
Toda marca que se precie tiene una bonita historia detrás. La de Le Petit Marsellais comenzó en 1981 cuando Bernard Lengelle, periodista de Dijon, decidió dejar su profesión para recuperar una antigua tradición de la región de la Provenza: la receta olvidada del jabón “Savon de Marseille" al que representó con un pequeño marinero mirando al mar de Marsella y llamó Le Petit Marseillais . Poco a poco, esta pastilla de jabón de origen artesanal comenzó a venderse en farmacias locales. Y solo cinco años más tarde, gracias a los laboratorios Vendome, amplió su gama de productos con geles de ducha y jabones líquidos y conquistó Francia. Hace tres años tuvimos la suerte de que llegara a España para ofrecernos una experiencia sensorial en cada uno de sus ya numerosos productos, todos ellos resultantes de la combinación de ingredientes y recetas de belleza tradicionales del Sur de Francia. Esta temporada presenta su línea hipoalergénia para pieles sensibles formada por cuatro nuevos productos elaborados con fórmulas de alta tolerancia, adecuadas para la piel de adultos y niños mayores de tres años. Productos que proporcionan un cuidado respetuoso con el PH, sin jabón, ni parabenos y con perfumes especialmente desarrollados para las pieles más frágiles. Los amantes de los productos naturales, tradicionales, que respetan el medio ambiente... no podemos estar más agradecidos a aquel periodista que dejó la pluma, para crear belleza. Gracias Monsier Lengelle.
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