Se crea o no en ellas, hay que
reconocer su mérito y evolución. Las gafas de sol han pasado de ser un
complemento vinculado, exclusivamente, a la protección solar a convertirse en
un must have diario. Hoy no hay fashionista que se precie, que no considere
a las cada vez más conocidas como “sunnies”, una pieza clave a la hora de componer
sus outfits.
Si eres fashionista y además te consideras “sunniesholic” revisa si cumples, como buen creyente y practicante, sus diez mandamientos:
I. Amarás tus ojos sobre
todas las cosas.
Compra gafas de calidad y en puntos de venta especializados. Un
cristal malo puede causarte daños irreparables.
II. No hablarás de gafas de sol en vano
.
Dedícales palabras bonitas cuando te refieras a ellas, estarás queriendo al prójimo como a ti mismo.
III. Santificarás las fiestas.
Regala gafas de sol siempre que puedas, ayudando así a que posibles agnósticos
se vuelvan creyentes.
IV. Honrarás a tu padre y
a tu madre.
A pesar de que su estilo de gafas no tenga nada que ver con el
tuyo.
V. No matarás a tus gafas
de sol.
Tengan los años que tengan, recuerda que lo vintage está más de moda
que nunca y dentro de muchos años puede que con ellas hagas felices a tus
nietos.
VI. No cometerás actos
impuros con ellas.
Las gafas de sol no son ni una diadema, ni un juguete de entretenimiento
para los niños.
VII. No robarás.
Aunque
sean el modelo de tu vida y creas que a su dueño no le sientan nada bien.
VIII. No dirás falso
testimonio, ni mentirás.
Defiende siempre los modelos de gafas que te gusten,
digan lo que digan los gurús de la moda.
IX.
No consentirás
pensamientos impuros.
Haz oídos sordos a tu subconsciente cuando te diga que las gafas se
pueden limpiar con ropa, algunos tejidos contienen partículas abrasivas que
pueden arañar los cristales.
X. No codiciarás gafas ajenas. Piensa que las que tienes, bien llevadas, pueden crear tendencia y ser la envidia de los demás.