Ojalá fuera un mal sueño, pero desgraciadamente es real.
Katmandú
, capital de Nepal, ha sufrido el mayor seísmo de los últimos 80 años. Y a miles de personas se les ha roto la vida.
Pensar que yo estuve allí, justo en el epicentro de la catástrofe, y que de todo lo maravilloso que vi y disfruté ya no queda nada... te hace ser consciente de lo insignificante que somos y de que en un segundo todo puede desaparecer. Las imágenes de la ciudad que veo en la televisión y periódicos nada tienen que ver con las que yo guardo en mi retina. Una ciudad muy (muy) humilde pero llena de vida, sonrisas y valores. Donde los niños tocan el cielo si les invitas a una Pepsi Cola y les hablas de fútbol o simplemente les cuentas lo que haces en la ciudad en la que vives. Donde antes de pedir ayuda te la dan. Y donde todo está bañado por una luz diferente...
Ayer les tocó a ellos, pero puede que mañana nos toque a nosotros y necesitemos ayuda. Por eso, si puedes, pon tu granito de arena y colabora con algunas de las ONG's que ya se han puesto en marcha a través de sus páginas web. Yo, personalmente, admiro la labor de
Médicos sin Fronteras
(902 30 30 65), aunque todas por supuesto merecen mi respeto.
Nepal
♥